La pobreza durante el embarazo produce altas concentraciones de cortisol que se transmiten al feto
Las mujeres pobres presentan concentraciones más altas de cortisol durante el embarazo y dan luz a lactantes con mayores concentraciones de la hormona del estrés, lo que les confiere más riesgo de enfermedades graves a una edad ulterior, según una nueva investigación de la Universidad de Colorado en Denver.
El estudio, publicado en línea recientemente en American Journal of Human Biology, es el primero en determinar las concentraciones de cortisol en lactantes y relacionarlas directamente con la posición socioeconómica de sus madres durante el embarazo.
«Se dispone de varios estudios que relacionan las concentraciones de cortisol en adolescentes y adultos con la posición socioeconómica, pero este es el primero en analizar esta relación en mujeres embarazadas y sus lactantes», dijo la autora del estudio Zaneta Thayer, PhD, profesora asistente de antropología en la Universidad de Colorado en Denver, un centro importante para la investigación oportuna, temática y relevante. «Estos resultados aclaran ahora nuevos conceptos sobre la forma en que las discrepancias de la salud se pueden heredar a través de las generaciones».
El cortisol es una hormona del estrés producida por el eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal (HPA) que, si se produce en exceso, puede contribuir a diversas enfermedades crónicas como trastornos cardiovasculares y padecimientos mentales.
En su estudio de 64 mujeres embarazadas en Nueva Zelanda, Thayer descubrió que las mujeres pobres tenían mayores concentraciones de cortisol durante el embarazo y daban luz a lactantes con un incremento de las respuestas de cortisol al estrés.
«Los lactantes de madres de posición socioeconómica más baja tuvieron una respuesta de cortisol más intensa al estrés de la vacunación», dijo Thayer. «Tales cambios en otras partes se han relacionado con diferencias en la cognición, el temperamento y la salud física».
Se evaluó a las mujeres con respecto a 19 indicadores de estrés clave durante su embarazo. Estos incluyeron sucesos importantes en la vida como pérdida del trabajo, divorcio, muerte de un amigo y abuso físico o emocional.
Otras interrogantes incluidas:
¿Se ha visto personalmente forzada a adquirir alimentos más económicos para poder pagar por otras cosas que necesitaba?
¿Ha tenido que resistir al frío para ahorrar en costos de calefacción?
¿Ha hecho uso de bancos de alimentos o de donaciones de alimentos por que no tenía suficiente dinero para adquirirlos?
¿Se la ha pasado sin frutas o verduras frescas para poder pagar otras cosas que necesitaba?
¿Ha recibido ayuda en forma de ropa o dinero de organizaciones sociales como el Ejército de la Salvación?
Las que comunicaron el máximo estrés y privación material tuvieron las concentraciones más altas de cortisol y también dieron a luz a lactantes con mayores concentraciones de cortisol.
«Nuestros hallazgos indican que los entornos sociales estresantes que experimenta una madre repercuten en su descendencia... y que esto ya es detectable en las primeras semanas después de nacimiento», señala el estudio. «Estos hallazgos indican un origen temprano de las diferencias de la función biológica basadas en las discrepancias sociales».
Sigue siendo complejo cómo lidiar con estos problemas pero Thayer considera que comienza con la reducción del estrés.
«Es necesario el apoyo social para aliviar el estrés», dijo Thayer. «Al mejorar la salud y el bienestar social de las mujeres con desventaja social se puede ayudar a mejorar la salud y el bienestar de sus niños y por tanto a la sociedad en general».