Se necesita un nuevo enfoque para luchar contra la resistencia a antibióticos
La creciente resistencia a los antibióticos y otros medicamentos exige una respuesta mundial coordinada a la misma escala que los esfuerzos para abordar el cambio climático, según reclama un grupo de expertos. A su juicio, sin un compromiso internacional para hacer frente al problema, el mundo se enfrenta a un futuro en el que simples infecciones que han sido tratables durante décadas se vuelven enfermedades mortales.
La resistencia a los antibióticos para combatir las infecciones bacterianas y los fármacos antimicrobianos utilizados para el tratamiento de los parásitos, virus y hongos se está propagando a una velocidad alarmante, según estos científicos. El tratamiento para muchas enfermedades infecciosas depende actualmente de sólo uno o dos medicamentos.
Los autores de esta petición, que se publica en la edición digital de ´Nature´, el profesor Mark Woolhouse, de la Universidad de Edimburgo, en Escocia, y el doctor Jeremy Farrar, director del Wellcome Trust, en Reino Unido, expusieron sus preocupaciones en un evento organizado por la ´Royal Society´ en Londres. En concreto, recomiendan crear una poderosa organización mundial similar al Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) para dirigir una respuesta internacional a este problema.
Estos expertos argumentan que la creciente amenaza de resistencia a los antimicrobianos es similar a la que plantea el cambio climático, ya que es un proceso natural agravado por la actividad humana y las acciones de un país pueden tener ramificaciones globales. Sin embargo, la respuesta internacional a esta amenaza, causada por el uso excesivo y mal uso de estos medicamentos ha sido débil, afirman los autores.
El organismo independiente que demandan para supervisar los esfuerzos de vigilancia y establecer objetivos basados en la evidencia estricta con el fin de detener la pérdida de potencia de los fármacos y acelerar el desarrollo de nuevas terapias debe trabajar en estrecha colaboración con los gobiernos nacionales y las entidades internacionales que se encargarán de aplicar sus recomendaciones.
En un mundo sin antibióticos, los procedimientos quirúrgicos de rutina podrían llegar a ser mortales, afirman estos científicos, quienes alertan de que el tratamiento para el cáncer y la diabetes, así como los trasplantes de órganos, sería imposibles en su forma actual.
"Hemos necesitado tomar medidas contra el desarrollo de la resistencia a los antimicrobianos durante más de 20 años. A pesar de las repetidas advertencias, la respuesta internacional ha sido débil", subraya Jeremy Farrar, director del Wellcome Trust, una fundación que invierte 925 millones de euros al año en investigación biomédica.
A su juicio, la Organización Mundial de la Salud ha perdido oportunidades para llevar el liderazgo y se ha avanzado muy poco. "El resultado ha sido la aparición de cepas de infecciones, como la tuberculosis y la malaria, la neumonía y la gonorrea, que resisten todas las clases de medicamentos conocidos. Necesitamos un nuevo órgano independiente que no sólo controle la propagación de la resistencia a los antimicrobianos, sino también conduzca y dirija los esfuerzos para contenerla", demandan.
El profesor Mark Woolhouse, del Centro de Inmunidad, Infección y Evolución de la Universidad de Edimburgo, añade: "Ha llegado el momento de dejar de reafirmar la existencia de problemas de resistencia a los antimicrobianos y comenzar a tomar medidas. Necesitamos un liderazgo internacional independiente sobre esta cuestión antes de que los avances masivos para la salud que se han hecho desde el descubrimiento de la penicilina por Alexander Fleming se pierdan para siempre".